Esta receta es un claro ejemplo de querer ir de guays y no llegar a chachis. Déjemos la cocina de nueva expresión en manos de los expertos y los burdos imitadores que se limiten a echar queso philadelphia en sus recetas y decorar el plato con crema de vinagre balsámico.
La receta se realiza de la manera que queda mencionada. Se intenta cortar muy fina una manzana, a ser posible verde (Granny Smith). Se corta igualmente fino el foi y se van superponiendo capas de ángila ahumada (advierto es díficil de encontrar, por sí alguien se atreve a buscar), foi y manzana. Finalmente echamos en la última capa azúcar glass y quemamos con un soplete. Ni os quiero contar la odisea que tuvimos que pasar para conseguir carga para un soplete. En las gasolineras no hay pero sí en los estancos.
Resultado fue un fracaso. No era lo que esperábamos. Quizás con menos cantidad los sabores quedarían más matizados y el sabor en boca en la quinta concavidad nos hubiera recordado nuestra tierna infancia en las playas de Gdansk. No acabó en el WC, porque con el precio de la ánguila como para andar con tonterías.
No sabía que hacer hoy para comer y mira ya me diste una idea!! voy a ver cuantas anguilas me quedan, porque el soplete lo tengo cargao!
ResponderEliminarUna receta muy interesante si señor, fácil, a la par que sencilla por sus ingredientes... vamos, lo normal en cualquier despensa! Lo malo es que la manzana aquí es dificil de encontrar... sino... seguramente ya te estaba contando mi experiencia con el plato!!
Soy yo o noto cierto rintíntín. Porque a mí me parece que hay cierto recochineo en este comentario.
ResponderEliminarMe parece que voy a tener que censurar algunos comentarios o empezar a mandar a la gente para Australia.
Vale no voy a ser mal pensada, a lo mejor no encuentras manzanas, vale pidelas y que te las manden en un avión privado hasta tu casa. Es lo que hago normalmente cuando me falta un ingrediente en casa.