El infierno está lleno de aficionados a la música
George Bernad Shaw


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martes, 12 de febrero de 2013

Salmón Marinado

















 El salmón marinado es la típica receta que parece complicada, que lleva mucho trabajo, que no va a salir bien y demás miedos irracionales ante lo desconocido.
Nada más lejos de la realidad. Fácil y muy bueno. Os puedo asegurar que es de lo platos que mayor alegrías dan.
No tiene nada que ver con el típico salmón ahumado que compras ya empaquetado. Eso sí, para cortar las lonchas muy finas hay que tener una katana fabricada por el mismísimo Hattori Hanzo.

Ingredientes:

  • un trozo de salmón con la piel
  • 1 kilo de azúcar
  • 1 kilo de sal gruesa
  •  


Preparación:
 Una vez comprado el salmón éste ha de estar abierto en lomos y sin espinas.  El salmón puede venir limpio de la pescadería, pero sí el pescadero/a no es de confianza es mejor que le demos un repaso, quiero decir al pescado, esto significa limpiarlo de nuevo en casa.
Lo escamamos bien por si quedan restos de escamas, lo lavamos bien y retiramos bien todas las espinas, palpando la pieza  si fuera necesario y retirando las espinas valiéndonos de unas pinzas, utilizadas para tal fin.
Secamos muy bien el salmón con papel de cocina absorbente. No le quitamos la piel.
En un bol mezclamos el azúcar y la sal.
En una fuente de cristal hacemos un lecho con el sal y el azúcar. Colocamos el pescado con la piel hacia abajo y lo cubrimos con el resto del azúcar y la sal. Tiene que quedar totalmente cubierto.
Cubrimos la fuente con papel film y metemos el salmón en la nevera colocando encima de éste peso, para que seque más rápido. Yo utilicé dos cartones de leche.
Tendremos el salmón en la nevera unas 24 horas o 36 horas o incluso 48 horas. Dependiendo  de si nos gusta  menos hecho ( 24 h) o más hecho ( 48). Yo lo he tenido 36 horas.
Una vez pasado este tiempo, le retiramos la sal, que habrá quedado en una especie de jarabe, es totalmente normal. Lo lavamos con un chorrín de agua. Lo secamos bien y lo untamos con un poco de aceite de oliva.
Para conservarlo mejor lo metemos en la nevera, envuelto en papel de film o en un tupperware cerrado. Cuanto más tiempo lo tengamos en la nevera más seco quedará.




Consejos:
Si la pieza es muy grande podemos congelar una parte, si el salmón lo compramos fresco.
La cantidad de azúcar y sal depende del tamaño de la pieza. Cuanto más grande  o más pequeña sea la pieza más o menos cantidad de azúcar y sal necesitaremos.
También se le puede echar hierbas, como el eneldo y diferentes tipos de sales que le darán un sabor distinto.
Este salmón lo podemos utilizar para hacer canapés, sándwiches, ensaladas, sushi, o con pasta, como hice yo. Vamos con lo que se os ocurra.

Salmón marinado con espaguetis integrales


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